Seguramente has escuchado esa frase que dice; “Si lo crees lo creas”, o también “Cuidado con lo que piensas por qué puede hacerse realidad”, lo cierto es que la mayor parte del tiempo nuestra mente nos está diciendo un sinfín de cosas que nos alientan o nos limitan; ese diálogo interno que tenemos con nosotra/os mismos, por lo general se fija en las cosas que no queremos, en lo que no nos gusta, o nos genera un autosabotaje que nos impide avanzar y cumplir nuestras metas.
Educar nuestra mente es tan importante como hacer ejercicio o tener buena alimentación. Dedicar cada día a estudiar, tener lecturas adecuadas y enfocar nuestros pensamientos en lo que sí deseamos, desechando lo que nos aleja de nuestros objetivos, nos brindará mucha paz y nos ayudará a crear todo aquello que queremos en nuestra vida, si para la mente lo mismo es pensar que actuar, dedicar espacio para escribir nuestras ideas de todo lo que deseamos en nuestra vida personal, profesional, en el ámbito espiritual, humano y material se torna en algo apasionante cuando al hacerlo vamos teniendo resultados tangibles que hacen que se materialicen esas ideas que hemos plasmado y se convierten en hechos concretos.
Tal vez te parezca complicado, pero simplemente hagamos un ejercicio, si te digo la manzana roja, en tu mente ves esa manzana, tal vez te llegue una imagen de la cocina de tu casa, de un árbol con manzanas, o la que obsequiabas a tu maestra, pero esa imagen es clara y contundente, de la misma manera nuestros pensamientos son como un imán, cuando vienen a nuestra mente podemos ver tragedias, experiencias que no fueron agradables, pero si dejamos de anclar nuestra mente al pasado y así con esa nitidez como pensamos en las manzanas, desechamos los pensamientos terroríficos y nos enfocamos a ver que nuestra vida es buena, próspera, abundante, hacemos lo que nos apasiona, estamos con las personas con quienes queremos estar, y nos miramos a nosotra/os como deseamos estar; saludables, creyendo en lo que somos y hacemos, entonces estaremos creando todo lo que queremos en nuestra vida.
No es magia, ni tampoco se trata de retar a Dios, yo creo que, si tu deseas tanto algo que suceda en tu vida, si es bueno, ético, moral y es para bien, Dios estará gustoso de que suceda, de hecho, al trabajar en nuestra mente, estamos conectando con nuestro mundo interior, y al pensar en esa nueva realidad que queremos debemos hacerlo con una fe absoluta y confiando que si es para nuestro bien Dios nos lo concederá, por lo tanto, nuestra espiritualidad también se fortalece.
No se trata de magia o decretos, se trata de tomar conciencia de que cosas quiero atraer a mi vida y generar el lenguaje interior adecuado que me empodere, que me de confianza, y desde luego tomar acción, un pensamiento sin actuar se puede quedar solo en una buena idea, así que además de escribir todo lo que queremos en nuestra vida, puede ayudar hacer un tablero de visualización, crear una oración que contenga los elementos que anhelamos y la estemos escribiendo o repitiendo cada día; tener lecturas que me brindan nueva información que alimente mis pensamientos con nuevos conocimientos, conocer biografías de personas como las que nos gustaría parecernos y alejarnos de distractores que no nos conectan con lo que queremos como la televisión, las noticias, o personas tóxicas o que nos quitan la paz es de fundamental para transformar nuestra vida, así que empieza hoy a trabajar con tus pensamientos y estará genial que me compartas que pasa en tu vida cuando apliques algunas de las técnicas que te he compartido.