Antes de pensar en los propósitos para el siguiente año, y hacer una larga lista de todo lo que te ha quedado por hacer, te propongo que te des un espacio de tiempo y elijas un lugar apacible para hacer el recuento de tus logros.
En algunas ocasiones sentimos que no es suficiente todo lo que hacemos en el día a día, tal vez tenemos muy alta la vara de lo que queremos lograr y siempre estamos viendo como llegar a esa meta última que nos coloque en esa sensación de haber logrado cumplir esos objetivos.
Pero también olvidamos todo lo que el camino nos ha dejado al paso, las vivencias y experiencias que nos van formando en personas, seres humanos que vamos construyendo con ese cúmulo de aprendizajes que van marcando nuestra ruta de vida.
Sin embargo, a veces esos grandes esfuerzos, superar barreras, vencer retos nos hacen olvidar de disfrutar el proceso y apreciar las cosas buenas que nos pasan y aciertos que vamos teniendo.
¿Has pensado que cosas buenas te pasaron este año?, ¿Eres consciente de esos escalones que subiste? Y más aún ¿De qué manera te has recompensado por todo lo avanzado?
Encuentra un lindo parque, ese rincón preferido en tu hogar, una cafetería apacible, porque no una iglesia, ten esa conversación interna y mes a mes identifica todo lo que has realizado bien, en tu trabajo, en tu familia, con tus amigos, en tu comunidad.
Ya vendrá el momento para identificar esas áreas de oportunidad en tu crecimiento personal o profesional, haz el recuento de todas las veces que cuidaste tu salud, te diste tiempo para ejercitarte, hiciste propuestas creativas en tu trabajo, generaste ideas que después se pusieron en práctica en tu emprendimiento o negocio.
Identifica qué áreas de tu vida trabajaste más, cuáles lecturas fueron significativas, que encuentros con tus seres queridos fortalecieron tu entusiasmo, qué acciones reforzaron tu fe, qué buenas prácticas personales que te dieron buenos resultados son las que debes seguir trabajando.
Yo por ejemplo tuve muchas conversaciones significativas con personas que me inspiraron y motivaron a seguir cultivando mis sueños, hice algunas caminatas matutinas que me llenaban de endorfinas y me ponían de buen humor, cumplí me anhelo de tener una plataforma digital, me atreví a realizar proyectos en áreas profesionales que no había explorado con anterioridad.
Mi querida Freely, mi querido freely ¿No crees que es tiempo de ponerte palomita? Si, ¡Aplaude todo lo bueno que lograste este año! Celébralo y date la oportunidad de saberte merecedora, merecedor de que todas esas cosas buenas sean experimentadas en tu vida, reconoce tus esfuerzos y también agradece las veces que fluiste y dejaste en manos de Dios todo aquello que no dependía de ti y confiaste y comprobaste que es bueno trabajar en fortalecer tu vida espiritual para seguir creciendo como ser humano.
Desde esta trinchera te reconozco y felicito por ser una persona constante, perseverante y por que jamás te dejaste derrotar por la incertidumbre o el ruido exterior, eres una guerrera/o y todo lo que has trabajado en ti y para los demás más pronto que tarde tendrá su recompensa.
