Cada nuevo amanecer descubro en mi interior esa sensación de plenitud, abrir los ojos y darme cuenta que estoy viva me invita a levantarme emocionada por lograr cumplir muchos planes que aun tengo, cuando veo las películas de antaño, y pienso que esas personas que hacían personajes de mujeres maduras tenías treinta o treinta y cinco años, pienso que pasaría por su mente si nos vieran hoy a muchas quienes pasamos ya de cincuenta pero tenemos esa sensación de energía y juventud como si aún tuviéramos treinta.
Me encanta ver a tantas amigas contemporáneas que son autosuficientes, han creado sus propias empresas y negocios, dan rumbo a sus vidas y son encantadoras; han logrado cumplir sus metas y son exitosas. Las percibo plenas, libres, felices, liberadas de complejos o prejuicios y por el contrario animadas al compartir con otras mujeres que han coincidido en su caminar.
Muchas de esas mujeres que conozco han tenido grandes caídas, pérdidas, han pasado por procesos de duelo dolorosos, pero eso las ha hecho más fuertes, decididas y capaces de lograr todo lo que se proponen. Se han permitido ser creativas, innovar en su desarrollo personal y profesional, son sororas y disfrutan cada instante de vida.
Pienso si aún existen aquellas mujeres de cincuenta o más que se quedaban con el nido vacío o en la espera de la vejez, sintiendo que su misión había concluido, hoy por el contrario, veo a muchas damas que encabezan asociaciones y apoyan causas, mujeres que abrazan a otras y cual mentoras apoyan sus inicios en emprendimientos o acompañan espiritualmente para apoyar su crecimiento personal.
Si te ha pasado por la mente pensar que ya no eres útil, que tu mejor momento ha pasado o que tu edad es avanzada para iniciar nuevos proyectos de vida, sacúdete, levántate, arréglate y ponte hermosa, recupera esa sensación de optimismo e ilusión que tuviste años atrás, cierra tus ojos y atrévete a indagar más allá de lo que ves, ¿por qué late tu corazón?, ¿qué te hace vibrar de emoción? No pidas permiso a nadie, ábrete paso ante el nuevo camino, identifica mujeres que como tú se están atreviendo a experimentar nuevas experiencias que les aportan valor a su vida y las hacen sentir paz.
A los cincuenta aún hay un potencial enorme, y con la madurez y la experiencia podemos no solo realizar aquello que queremos para nosotras mismas sino también apoyar a muchas personas que necesitan de nuestra sabiduría y vivencias.
Ábrete a la vida, renueva tu actitud, rejuvenece y descubre el caudal de energía que aún tienes, identifica a mujeres como las que te he descrito, platica con ellas, habla de sus motivaciones, pero sobre todo descubre en ti a esa mujer dormida que aún tiene mucho que aportar a esta humanidad, a las personas que la rodean pero sobre todo que merece una nueva oportunidad.
