Lucy Pérez
04/02/2022

¿Qué tanto te amas?

¿Has tenido la sensación de no querer mirarte al espejo por no ver a la persona que se…

¿Has tenido la sensación de no querer mirarte al espejo por no ver a la persona que se refleja en él? ¿Sientes que no has tenido suficientes oportunidades como otras personas? ¿Siempre habrá personas más lindas, agradables o simpáticas que tú? ¿Hay en ti esa sensación de poca valía?

Nuestra vida atraviesa por diversas etapas y momentos; desde que estamos creciendo vamos formando nuestro carácter, nuestra autoestima y vamos asimilando los valores familiares. 

Nos vamos construyendo e identificando quiénes somos, cómo nos percibimos en el contexto en el que nos desarrollamos, se va creando en nuestro interior nuestro propio concepto de cómo queremos ser vista/os, y los demás también se van formando una percepción nuestra. 

Es entonces cuando vamos reconociendo nuestro valor como personas, lo que nos hace ser diferentes de otros, el aprecio que sentimos por nuestra propia vida y ese amor propio que vamos adquiriendo.

Pero es posible que no siempre sintamos amor por nosotra/os misma/os, recuerdo cuando estaba en la escuela; había quienes ponían apodos a varias personas, hoy eso sería bullying, pero en mis tiempos, según el aspecto físico de una persona se le ponía un mote, que incluso hoy en día hay muchas personas de quienes no recordamos su nombre y cuando vienen a nuestra memoria les identificamos por esa forma como eran llamados por su aspecto físico, porque tal vez se parecían a algún personaje, etc. 

¿Y qué pasa entonces con el amor propio de esas personas? ¿Con nuestro amor propio? ¿Tu, cuando te amas? Ciertamente muchas personas han hecho de esas circunstancias fortalezas y han tomado a su favor esos apelativos, porque tenían una autoestima bien cimentada y un amor propio a prueba de todo. 

Pero ¿Cómo fomentar nuestro amor propio? Aceptándonos, con nuestras virtudes y defectos, querernos como somos, claro siempre podemos ser mejores, pero no por agradar a otras personas o sentirnos parte de un grupo, sino porque sabemos quienes somos, y reconocemos nuestra dignidad humana. 

El amor propio combina una serie de elementos tales como: la aceptación, el respeto por nosotros mismos, el valor que nos damos. Los pensamientos positivos que tenemos y la manera como nos observamos en los diversos ámbitos de nuestras vidas. 

Una persona alcanza el amor propio cuando ha encontrado un equilibrio entre sus emociones y su autoestima, logrando con ello un sentimiento de bienestar que hace que nos sintamos valorada/os, respetada/os y por lo tanto tengamos la fuerza para enfrentar de mejor manera los desafíos de la vida. 

Si vemos ese espejo y no se refleja la persona que quisiéramos ser, entonces hay que trabajar en mejorar los aspectos con los que no estamos satisfecha/os ya sea interiormente, físicamente, emocionalmente. 

Mientras tengamos vida siempre tendremos la oportunidad de ser mejores personas y acrecentar nuestra valía personal, no importa que otros lo reconozcan o no, lo más importante es amarte a ti misma/o y saber que ese amor que sientes por tu vida, por tu ser, te hace sentir plena/o y agradecida/o. 

Hoy te propongo que te mires a ese espejo y veas en la grandeza de tu ser, que tomes una hoja y pluma y escribas todas tus virtudes y cualidades, que descubras cada talento que te hace ser la mujer o el hombre maravillosa/o que Dios ha creado, nunca más pienses que eres fea, torpe, o que no encajas, lo que otros piensen de ti es su problema, pero lo que tu creas de ti es tu responsabilidad.

Proyectos que cambian vidas

Cree y crea. Tranforma tu vida.

Conecta con cientos de mujeres emprendedoras, profesionistas y empresarias.