Lucy Pérez
04/01/2022

¿Cuándo vas a empezar a ser feliz?

Cuando era niña imaginaba cómo sería mi vida cuando fuera grande, creo que todas las personas de una…

Cuando era niña imaginaba cómo sería mi vida cuando fuera grande, creo que todas las personas de una u otra manera lo hemos hecho, pero al correr de los años esperaba grandes acontecimientos para que una vez ocurridos entonces esa gran dicha y felicidad soñada fuera una realidad.

Por ejemplo muchos años espere cumplir quince y presentía que sólo cuando ese día llegara sería plenamente feliz, y así fue, una gran dicha, ver a mis amigas y amigos, mis familiares más cercanos me llenaron de gran felicidad, más todo pasó tan rápido, cuando menos pensé estaba cambiando de ciudad y entrando al bachillerato, etapa en que para nada me sentía feliz pues había dejado atrás mis mejores años de infancia en La Piedad Michoacán. 

Con el paso de los meses volví a encontrar un grupo de amigos y actividades en la Parroquia de mi colonia que me volvieron a hacer sentir mucha felicidad, el encuentro con Dios en los retiros de evangelización, seguir estudiando la licenciatura y a la par sortear algunas dificultades familiares, pero una vez más en mi interior se asomaba esa pregunta desafiante ¿Cuándo seré feliz?

Ahora esperaba la llega tan anhelada de el famoso príncipe azul, y entre concretar mi licenciatura y encontrar mi primer empleo, pasaban los días esperando el tan soñado encuentro que me hiciera una vez más saberme feliz. 

Y podría seguir contando las décadas y describir todos los hermosos momentos que Dios me ha permitido vivir, hasta conocer a mi esposo, tener la dicha de mis hijos, continuar una increíble trayectoria profesional, pero en el interior esa sensación de no sentirme totalmente feliz seguía apareciendo de repente en mi vida. 

Hasta que un día, me di cuenta que siempre he sido muy feliz, y que cada momento de sufrimiento no minó en mi interior esa gran sensación de saberme amada por Dios y sentir esa gran dicha de la libertad interior que a pesar de momentos difíciles no ha logrado desaparecer de mi rostro una sonrisa y por el contrario me llena de esperanza al saber que muchos instantes que Dios me ha permitido vivir han sido plenos y llenos de bendiciones. 

Ser feliz es una decisión, una actitud y también una manera de vivir, se puede ser feliz aun en medio de las vicisitudes cuando se tiene claro que tener vida es una gran regalo que tenemos quienes aún estamos en este mundo, que las personas no son elijen por lo que tenemos o vestimos, si no por lo que sienten al estar a nuestro lado.

Se es feliz cuando te das cuenta que tienes habilidades y herramientas que te hacen crear y emprender proyectos personales y profesionales que te llevan a salir adelante y a generar ingresos por ello. 

Se es feliz cuando sabes que aunque parezca pequeño tu esfuerzo repercute en beneficios para las personas que te rodean y haces a su vez que también ellos experimenten esos momentos de alegría.  

No esperes más esa fiesta de quince años, la graduación de tu escuela, tener un matrimonio e hijos, concretar un negocio o alcanzar ese trabajo que tanto deseas, la felicidad es una actitud de vida, sé feliz porque estas sana, porque tienes personas a quienes amas y te aman, porque no falta comida en tu mesa y sobra quien te ofrezca una mano amiga, empieza a ser feliz ya, alégrate por tus logros, abraza tus fracasos, aprende de ellos y sigue siempre adelante. 

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