Cada vez que pienso en un tema de interés para compartirte en este blog, vienen a mi mente tantas mujeres maravillosas que están haciendo grandes transformaciones para que gocemos de mejores condiciones de vida en los distintos ámbitos en los que nos desarrollamos.
Reconocer el aporte que las empresarias, deportistas, mujeres que lideran asociaciones civiles, políticas y todas quienes desde sus distintos espacios contribuyen con su energía femenina para conquistar nuevos espacios, es reconocernos a todas y a cada una de quienes, desde el hogar, la familia, la formación de los hijos la educación y todos esos espacios cotidianos en los que nos desarrollamos aportamos nuestra parte para la construcción de una mejor sociedad.
He atestiguado cómo con el paso de los años se han generado leyes, políticas públicas y un sinfín de acciones que ya sea desde el gobierno, la sociedad civil y el ámbito empresarial se han concretado para que las mujeres gocemos de mejores condiciones para ejercer nuestro trabajo, participar activamente desde la ciudadanía, en el ámbito público y en los distintos espacios en donde nuestra presencia es cada vez mayor.
Hoy a través de este espacio quiero agradecer y reconocer en particular a una mujer que marcó mi vida y que nos deja un gran legado digno de compartir, ella es Lupita Arellano, como muchos le llamábamos ya que hoy goza de la vida eterna. Ella desde la sociedad civil impulsó escuelas de liderazgo para jóvenes mujeres y un sinfín de acciones que incidieron para lograr junto con otras mujeres políticas y de organizaciones sociales que en México se estableciera el día del balance trabajo-familia.
Sé que todas quienes somos mamás, tenemos un negocio o emprendimiento o nos desarrollamos profesionalmente, lidiamos en el día a día por encontrar ese balance que nos de el equilibrio necesario para lograr nuestro bienestar en el más amplio sentido de la expresión, estar bien con nosotras mismas, lograr espacios de tiempo para fomentar la convivencia familiar y sentirnos realizadas en el ámbito profesional en el cual nos desarrollemos.
Saber que hay mujeres que piensan en nuestras necesidades es alentador por que quienes llegan a estar en esos espacios de incidencia hacen que nuestra voz y necesidades sean tomadas en cuenta como ocurrió al poner en la agenda nacional la necesidad de que las mujeres, y porque no también los hombres tengan esos espacios para lograr conciliar lo que aman en su profesión y su misión de ser madres o padres y compartir espacios de calidad y calidez en familia.
Pero más allá de lo que se ha podido avanzar en la agenda pública, en la vida cotidiana podemos lograr el balance entre la vida familiar y profesional cuando:
- Tenemos claridad de que la calidad de vida que tengamos en nuestra casa y familia repercutirá en el rendimiento y desempeño profesional, por ello también es que se ha incluido en las empresas la norma 035, ya que por ley deben de cuidar la integridad y salud física y emocional de quienes trabajan en ellas.
- Buscar si está en nuestras manos en las empresas o negocios que dirigimos
generar políticas internas que ayuden a mujeres y hombres para que gocen de condiciones que sean propicias para contar con esos espacios de esparcimiento y recreación familiar.
- Buscar incluir actividades en nuestro trabajo o negocio que involucren a nuestra familia, como por ejemplo he visto que algunas empresas destinan un día para que los hijos vayan y convivan con las madres o padres, o si bien tu empresa es familiar, te invito a que la veas como un equipo en el cual cada uno de los miembros tiene roles específicos, pero generen espacios en los que dejen de hablar del negocio familiar y se concentren en la convivencia y disfrute en familia.
Aunado a las ideas anteriores, te invito a tomar espacios de tiempo para ti, a veces con el ritmo acelerado, los hijos, la dinámica familiar o profesional nos vamos despersonalizando, olvidamos Hobbies o aquellas actividades que nos enriquecían como personas, recupera al menos una actividad que sea solo para ti en la que disfrutes y aprecies ese espacio.
Genera acuerdos con tu familia para que las distintas tareas en el hogar sean compartidas y que todos contribuyan a mantener en orden y bien arreglada tu casa, que es tu hogar y en el cual todos merecen sentirse a gusto.
Busca espacios con tu pareja, con cada uno de tus hijos, con tus padres, u otras personas que son parte importante de tu vida. Y en el ámbito profesional, si encabezas tu empresa, hazte llegar de personas profesionales, que compartan tu visión y con quienes hagas equipo y puedas delegar tareas para que te des esos espacios para disfrutar de momentos personales o familiares de los que hemos hablado y jamás olvidemos reconocer el aporte que hacen muchas mujeres como Lupita para que todas gocemos a plenitud de más posibilidades para desarrollar nuestros talentos y vocación de vida.
Lucy Pérez